Cualquiera le pone título...

Calidad de obsceno: adj. Que ofende al pudor, especialmente en lo relativo al sexo: un chiste obsceno.

El otro día leí la palabra obsceno en un comentario que venía a colación de un maravilloso texto y eso me hizo recordar los hechos que a mí me parecen obscenos. Poca o ninguna relación con el sexo pero sí con el pudor, casi más con la rabia, con removerme y crear arcadas en el paladar. Y no, no se trata de un beso mal dado con lengua.

Putin fotografiado con el pecho al aire, “vuelve el hombre”, discúlpenme, varones que me leen, sabeis a que me refiero; muere un obrero y se descubre un gueto de rumanos en condiciones de esclavitud, ¿me habré cruzado con ellos en el metro alguna vez?; un hombre arroja ácido en la cara a su pareja en plena calle; hoy se quema un hombre a lo bonzo, de nuevo la calle, como protesta a su falta de recursos e invisibilidad; 109 muertos en el tajo; sube el precio del pan, del maíz, de las tortas que comían los pobres (sí, pobreza, misería, reinvindicar de nuevo las palabras con sentido, contundentes, dejar de decir los menos favorecidos, la penuria, tan proclives a consolar mientras se dicen, a ocultarla mientras hablamos de ella) por el boom de los biocarburantes; reuniones del FMI, de los Ocho o Nueve, de Kioto, palmaditas en la espalda que el cuchillo ya está afilado para hincar el diente en los recursos de los que no cuelgan Armani en el ropero; aceptadas las camisas de fuerza para los deportados que se resistan a la repatriación, el bozal tardará aún unos meses, no dan con el diseño adecuado y no ofender a los turistas que irán en el mismo avión; Repsol y nuestros ministros cabreados por la falta de acuerdo en Argelia para el suministro del gas, ¡traición!, las brutalidades cometidas en Sudamérica por esta misma compañía y sus secuaces nunca han causado indignación; los miles de "no hay peor ciego que el que no quiere ver" , que se entusiasman con las carreras patrocinadas de Fernando Alonso olvidando esas mismas tropelías, el orgullo patrio no tiene fronteras y la vergüenza tan empeñada ella en ser difusa; ver la película de Memorias del Saqueo y corroborar una vez más que el hombre no vale nada para el hombre...

Y me viene a la cabeza Primo Levy, la trilogía que narra su paso por los campos de concentración, y pienso que nadie como él, desde la frialdad más aboluta, desde una narración casi entomológica, de sus reflexiones acerca de la vergüenza y la culpa del superviviente, de lo que puede significar para el ser humano despojar de su humanidad a otros... nadie como él me enseñó el significado de la palabra obscenidad.

No soy de aseverar que existan libros imprescindibles en la vida de nadie pero pienso que Si esto es un hombre debería estar incluido en los planes de estudios de cualquier país. Tal vez así dejarían de existir libros innecesarios, egocéntricos y necios como esos que aseguran que basta cambiar el pensamiento para cambiar la vida. Tal vez así el trío del apocalípsis: Coello, Bucay y la Tamaro dejarían de tener estantes en las librerías. Y tal vez así existiría un mundo al que se le hubiera enseñado a tener en cuenta la evidencia por encima de los fetiches fantasiosos que tanto ayudan a obviar la realidad paralizándola.

O tal vez así nadie me regalaría Donde el corazon te lleve y entonces no tendría que saciar de alguna forma la fustración de no poder decirle que si intuía, al menos, por dónde se podía meter el libro.

¡Qué difícil es ser civilizado algunas veces! (Y no emprenderla a gritos, dentelladas y demás...) - ¿Qué libro? - No, no hablo del libro.