La mía se la comió el gato, ¿y la tuya?

30/6/08

El vuelo del Pelícano I


Apenas ordenamos la lluvia
somos magos
mojados.

Carlos Dánez



Paisajes y personas tras aguaceros repentinos, es la estación de lluvias, de nuevo el sol y la brisa, no ha pasado nada, ni siquiera el agua dejó dibujado su paso. Estamos habituados a contemplar paisajes como si no fueran con nosotros, decorados al margen de las huellas, levantados por una mano ajena al deseo pero al final del viaje terminamos por comprender que el paisaje fuimos nosotros, son ellos. Héctor y su protección constante: la suavidad y el sol certero del Caribe, el color; Benja, el cantautor del despecho: con sonido a selva y músculos cincelados por las planicies de algún tepuy; Willmar, la belleza dulce con andar felino y al ritmo loco con los tambores, vienen de nuestros antepasados de las Antillas, ¿sabes?: el aroma de las plantas; Cale, la risa es un arma y el delirio aún más, o cómo calmar la lucidez: la altitud y la fuerza de las montañas silentes; Paul, el niño aprendiendo a volar, lector de Bukoswky, te mando a Panero y vas a saber lo que es bueno...: su aprendizaje como el resplandor de la arena blanca entre los dedos.
Los principales, siempre a nuestro alrededor, ninguno ha cumplido los 30, filósofos, historiadores o sociólogos, las lecciones e ilusiones frescas, tan frescas y cercanas aún, imposible no dejarse contagiar, envolver en sus conversaciones, razones, ideas, rojos, rojitos, uh, ah, Chavez no se va. Ni falta.

Cada camino nuevo trastoca el paisaje, sin haber recorrido apenas un radio de 600 km, ¿qué hubiera sido de haber avanzado por el resto? Venezuela a veces pulveriza al viajero por su extensión, sus contrastes, imposible abarcar, no sólo su tierra. Y con ella las gentes, distintas gentes. La hospitalidad y sonrisa de los negros cimarrones allá en la costa, antiguos esclavos que buscaron su libertad en las montañas que rodean el mar, impenetrables en aquel entonces. La individualidad de los habitantes de Caracas, casi desagradables, indiferente ante el extranjero e inclinados al timo más inocente. La timidez y pausa de los lugareños de las montañas unos kilómetros arriba, en el Cerro Ávila. La ironía y la lucha de los que conocimos en el 23 de Enero, uno de los barrios más emblemáticos y politizado de los Cerros, las favelas de Venezuela, repetidas como espacio geopolítico y marginal en las capitales de Latino América. La dignidad de la pobreza, de los realmente excluidos. Sólo puedes acceder si te acompaña algún habitante del barrio: sus propias leyes, su organización, allí el Estado no existe, ni entra. Códigos desconocidos y peligrosos para el forastero. Jazmine fue nuestra cicerone y con ella la vitalidad y la alegría, la convicción dogmática y sin fisuras y el cariño, la lucha es amor, repetía tras cada arenga, y nosotros sonreíamos porque terminamos por creerlo ese día tan ajeno a nuestros días.

Al volver eres consciente de que todo transcurrió demasiado aprisa pero segun pasa aquí el tiempo, tan distinto hasta en la duración de su luz, recuerdas tactos, miradas, olores y te han hundido en la tierra que pisabas sin darte cuenta. Ya sólo queda buscar el rastro de arena pegado a las suelas.

Y datos o hipótesis, pero esos son ajenos a la emoción y yo aún me muevo en el simbolismo de lo visto en cada momento, intentar interpretar sin manchar. Tal vez la próxima será.



21 comentarios:

Colombine dijo...

ummmm . ya empezaste y llegué a tiempo. me senté en primera fila con los ojos y los oidos bien abiertos . ya pusiste el paisaje y los personajes principales . sigo esperando .

Fortunata dijo...

La dignidad de la pobreza...es una cualidad que a mi tambien me ha impresionado en mis viajes...

Besos

TORO SALVAJE dijo...

Me gusta y me resulta atractivo, de los datos puedo prescindir pero no de tu hipótesis.

Esperaré.

Besos.

Dante Bertini dijo...

feliz regreso...
estoy por aquí, leyéndote

Anónimo dijo...

Me ha encantado esta forma tya particular de contar. De interpretar sin manchar. De simbolismos. De subjetividad.

Un beso, Margot.

Cronopio444 dijo...

.....Casi que me sumerjo contigo en el batiburrillo de la cabeza recién devuelta a casa, y llena de un todo compacto, del que quieren ir saltando jirones para contar lo incontable... Pero sigue, mientras puedas... Después, todo quedará dentro de ti y nosotros solo podremos imaginarlo... llevo esos barrios (los de México, los de Bogotá...) clavaditos en la memoria. Haber podido acceder a ellos es sin duda un privilegio, así que envidia me das. Besos y empujoncillos...

Margot dijo...

Colombine, te paso las palomitas? ten paciencia que esto será lento, ni sabré por dónde sale ni dónde va a parar... Besos en los ojos.

Fortunata, suele impresionar, más por el hartazgo que tenemos aquí de la arrogancia idiota de nuevos ricos. Aunque allá la pobreza no sea la que nos han enseñado a ver por televisón (parece ser la única que exista) tú lo sabes, verdad? allá es la pobreza de la desigualdad. Otra nota de la que tendría que hablar, aysss.
Besos.

Torito, no sé si debes esperar mucho pero cuando suelte ideas no olvides eso: hipótesis, nunca cátedras; impresiones, esbozos y no verdades de llevar encima. Ya sabes que me pongo sentenciosa y en este caso me da miedo, es más lo que desconozco que lo que sé. Ajá?
Besos muchos!!

Cacho de pan, nos leemos pues... jeje. Un beso!

Fusa, no se me ocurre hacerlo de otra forma, esta vez no, me encanta la objetividad pero un viaje no es para cotemplarla, aunque se intente pero no, no se logra. Seguiremos...
Un beso, preciosa.

Cronopio, siiiii, es exactamente así. Es contar lo incontable o el terminar haciéndolo de forma incorrecta e incompleta, me está costando sacarlo, palabrita... batiburrillo es poco!!!
Y sí, lo del 23 de enero fue un privilegio, lo sé, hay gente de allí, del propio Caracas que nunca vió la realidad de un barrio. Y fue... ays, no me quiero poner papista ni comportarme como la idiota que busca exotismo en donde otros puedan ver miseria, es que fue la hostia, sin más, de darte la cabeza vuelta de revés. Sin olvidar la política, Cronopio, un componente importante, sé que me entiendes... creo, jajaja.
Y yaaaaa, que se me va la pinza y me enrollo y no paro!
Besos!!

Jon Doe dijo...

Es precioso, Margot.

Constato que viajaste profundamente. Que volviste llena de paisajes de gentes que contagian cosas buenas.

Me alegro. Me encantó leerlo.

Un besote, forastera.

NoSurrender dijo...

Somos realidades intersubjetivas, Margot. Así que yo soy parte de tu paisaje, y tú eres parte del mío. Lleguemos a un acuerdo, entre todos, y pongamos nuestro granito de “la lucha es amor”.

Pero la realidad latinoamericana es terca, además de romántica. Y hay, para mí, una enorme diferencia entre la gestión de Lula en Brasil y la de Chavez en Venezuela, por poner dos líderes claramente de izquierdas. Mientras el bolivar venezolano se devalúa un 15% internanualizado (a pesar de las enormes reservas de petróleo), el real brasileño aguanta y se revaloriza un 5%, a la vez que aumenta la inversión. Eso significa que un millón de personas han salido del umbral de pobreza en Brasil en lo que va de año.

En Latam hay mucho trabajo por hacer, pero hay que hacerlo con cabeza. Y la de Lula vale mucho más que la de Chavez, desde mi punto de vista.

Beijos!

Cronopio444 dijo...

... La miseria de la desigualdad... Es exactamente eso... Convivir con amigos de la "clase media" trabajadora colombiana me ayudó a ver ese salto, y cómo lo vivían ellos mismos: la política de Uribe o el problema de los desechables se ve de modo diferente cuando es TÚ PROBLEMA, no el que los "listos" europeos vemos desde nuestro lado. Nosurrender menciona el asunto de las políticas económicas y compara a Chaves con Lula... Yo, la verdad, no me creo nada de las políticas económicas que el "circo internacional" ve con buenos ojos... Me suenan a más de lo mismo, y a mierda pa' los de siempre... Pero seguro que es cosa mía y de mis resquemores... ¿no te parece? Más besos, por si tenías pocos...

ybris dijo...

¡'Dita sea! Voy a acabar odiándote si sigues escribiendo así de bien.
Verás. Miraba desde mi soledad la cumbre de los montes tras los robles, escuchaba una preciosa y sentimental canción escocesa adaptada por Beethoven para voz y piano...
Y me pongo a leerte en medio de tanta flojera: "el paisaje fuimos nosotros, son ellos"
Luego fluye un delicioso torrente de belleza literaria que se enrosca por dentro mientras lo leo.
Y como golpe final al ya derrotado: "recuerdas tactos, miradas, olores y te han hundido en la tierra que pisabas sin darte cuenta".
¡Joooooo! ¡No vale!
Se me han saltado las lágrimas por tu culpa.
Se suponía que yo era un chico duro pero contigo está visto que no vale.
No te lo perdono.

Anda, ven que te dé un achuchón que te deje temblando las costillas.
Eres increíble.

Isa Segura B. dijo...

Ni una mancha mi querida Margot, un placer tenerte de vuelta con ese pedacito del otro lado a la manera del calor tostado .
Un abrazo.

Margot dijo...

Jon Doe, sí, vengo contagiada de cosas buenas, tú lo has dicho, sobre todo de realidades que desde aquí no se ven, ni nos dejan. Y de buena gente, lo mejor.
Un besote, Flanagan!!! (La llanera solitaria)

Nosurrender, uffff, ahí va...
Sí, señor Lagarto, ojalá se entendiera y pusiera en práctica una idea tan simple y obvia pero se ve que no debe serlo tanto. El paisaje es de todos, somos todos.

Y umm es complejo, también lo mío con latinoamérica, digo. Dió usted en el clavo, hay un alto grado de romanticismo en ello al que no pienso renunciar. Aquí no me ha quedado más bemoles que hacerlo, hace mucho tiempo que mis conciudadanos primermundistas dejaron de interesarme en cuanto a políticas económicas y sociales se refiere. Sin ir más lejos los últimos acuerdos de Europa me provocan bastante vergüenza y una pizquita de asco.
Brasil imagino que lo visitaré algún día, desde aquí Lula me convence aunque cada vez menos, claro, igual el desgaste…. Y Chávez… ufff, aún no entré en ese ajo y ni siquiera sé si lo haré desde este blog. Por supuesto mi visión se ha matizado estando allí, esos puñeteros jovenzuelos ayudaron a ello, y que conste que todos ellos eran críticos con él, están habituados a serlo. Pero sobre todo compruebas que la realidad de lo visto allí no tiene nada que ver con lo contado aquí, purita manipulación. Y Chávez no es santo de mi devoción, no del todo, pero el proceso bolivariano me parece respetable, a tener en cuenta dentro de la realidad venezolana, les ha dado esperanzas, ilusiones y amor propio, y usted sabe que tratándose de latinoamérica eso es mucho. (Y algunas mejoras sociales que aquí serían de cajón y allí revolucionarias; por cierto, aquí tratándose de allí también se consideran revolucionarias, ¿por qué será?). Y me da a mí que debe conocer lo bastante aquel continente como para no valorar otros hechos como la corrupción, el racismo, el clasismo, y el peor de todos, la auténtica lacra: la desigualdad endémica y asumida como organización estatal. Sin olvidar la otra lacra amoral, el papel que USA y antes Europa ha jugado allí: la expoliación del continente rico que vuelve a sus gentes pobres. La historia pesa, ¡cómo pesa!
Pero lo que dije a Toro, no quiero sentenciar, desconozco mucho y aunque he venido cargada de películas, documentales y libros políticos necesito tiempo para situar, para hablar con más detenimiento y razón de ser. Lo contrario me parecería una falta de respeto hacia un paisaje que no es el mío. No quiero pisar a nadie y mucho menos con mi intelectualismo de salón y entusiasmo vacacional. Aunque sea una radical de izquierdas se ve que aún me queda algo de conciencia… jeje.

Ufff me tocó la fibra sensible y cantarina, señor Lagarto, no será usted de la CIA, verdad? Ummm y más ummm. Besote!!!

Margot dijo...

Cronopio, ya, estos días me está costando "situar" mis andanzas, lo visto, cuando cuento a mi gente por la sencilla razón de que utilizamos conceptos y términos que no se corresponden con los de allí. Y como tú dices, hablar de clase media allá no tiene nada que ver con la de aquí, o pobreza, o política... qué reducido hemos dejado el mundo a nuestro mundo!!! Sólo con el lenguaje, imagina conceptos... ya, ya sé que tú lo sabes, te sucedería igual.
Y en cuanto a políticas económicas y su valoración... pues idem, pasa exactamente lo mismo, la ley del embudo, nuestro embudo que filtra lo que le sale y conviene porque los que se quedan atorados son ellos y el embudo es un aparatito que sostenemos nosotros... Yo pienso cuidar esos resquemores y recelos como oro en paño así que tú verás... no me dejes sola!!! jajajaja.
Más besos!

Ybris, por dió no me digas estas cosas! Mira que he venido muy afectiva yo y un pelín ñoña y tengo a flor de piel demasiadas cosas en este momento... no hagas eso que me pongo sentimental hasta decir basta!!! jajajaja
Pero el achuchón... ya me lo estás dando, pero yaaaaaaaaaa!!!

Isa, hay placeres a la vuelta también, se comparten, no?
Besos tostados y con sabor a Pampero!!

NoSurrender dijo...

No quería entrar en el debate ideológico, sino en el técnico; en el campo de “hacer cosas”. Por eso he puesto dos líderes claramente de izquierdas en la zona. Y, aunque ambos están distribuyendo riqueza entre la población (no como Doña Cristina en Argentina, por ejemplo, que también se llama de izquierdas y está creando unas tensiones económicas y sociales acojonantes), los números dicen que uno (Lula) está generando esa riqueza que distribuye mientras que otro (Chavez) la está simplemente gastando. Creo que son dos modos de entender el papel que debe jugar la izquierda en Latam: uno es más intelectual y otro es más populista, desde mi punto de vista.

Además, las chicas brasileñas están más buenas :P

Nada, Margot, cuando quieras ir a Río me das un toque y te diré unos cuantos sitios donde perderse.

Margot dijo...

Ya, Nosurrender, pero yo soy mucho mejor persona (y luzco más, jeje) moviéndome en el plano ideológico, el pragmatismo nunca fue lo mío, soy una mujer de paja, qué le voy a hacer!!

Como ya te dije me faltan muchos datos pero como también dije a Cronopio, desconfio de la rentablidad de los proyectos y los datos económicos, suelen estar sesgados porque hablan de una única realidad, diseñada por los dueños del cotarro, claro. Y casi nunca se habla, por poner un ejemplo, de datos de “calidad humana” igualmente cuantificables: esperanza de vida, alfabetización, bienestar social y mental… los resultados en países como EEUU dan risa si se comparan los primeros con respecto a los segundos. Tener y ser no son verbos intercambiables en el castellano, de ahí mis problemas para terminar por confiar en esos datos. Se ofrecen unas cifras y se callan otras, Nosurrender, eso se llama descontextualización (desfachatez para mí) y se usa mucho en nuestros días a la hora de confundir… perdón, quise decir informar!
En cualquier caso no niego el populismo de Chavez, no estoy ciega, y no conozco lo suficiente el gobierno de Lula y Brasil como para discutirte el argumento. De momento, y hasta nueva orden, te dejaré en cuarentena… jeje.

Quieren llevarme a la selva, a Santa Helena, en la frontera entre los dos países… sólo que yo me niego, soy una señora de cierta edad ya como para andar entre bichos y con ampollas en los pies… ¡qué malo es el hedonismo!! Así que cuando decida ir te pediré recomendaciones, ya que también eres un señor de provecta edad y eso me tranquiliza… ¿hecho? jaaja.
Beso, depravado.

mgab. dijo...

voy a plagiar a alguién muy conocido por aquí: ¡Joooooo! ¡No vale!

qué te pasa, nena, que cada día lo haces mejor. no estás contando recuerdos, estás contando vida, y esto no es tan fácil...

besín

Magnolio dijo...

No sé si me gustas más cuando nos cuentas a vuelo de pájaro la belleza de los sitios y las gentes o cuando aterrizas y también, conteniendo apenas esa vehemencia tan tuya que intenta no ser dogmática, que analiza sin veredictos, pero que se escapa - ojalá por muchos años - por el borde de tus letras.

Fernando dijo...

empezamos la saga de los momentos vividos en las vacaciones...siempre agradables y con un tono de nostalgia...besos.

Margot dijo...

Jin, el caso es contar, que decía el cantar... jeje.
Un beso, echábate de menos!

Magnolio, estos días se me escapa todo, asi que lo de las letras no iba a ser raro... jeje. Mi vehemencia ya te contará en cuanto la encierre un poco, ays.
Besos y achuchón te va!!

Fernando no sé, tampoco me gustaría que se extendería mucho, como esas sesiones de amigos plastas con videos de las suyas... jajaja.
Besote!

Simplemente Olimpia. dijo...

Y yo que daría la uña de mi meñique por ver esos vídeos!!! Al final acabaré adorándote, sin cubrirte de pan alguno, eh!
NO sólo por dejarme sentir contigo el paisaje, sino por trasladarme a él y permitirme con tus palabras que manche la suela de mis zapatos.

Ayns si la envidia (la mía) fuera tiña!!!

Bien-hallada.

Olimpia.

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