No me preguntes si fue bello, si fue mejor o peor. Nunca se ama igual a una persona, no soy la misma ni quiero serlo, ahora, antes, hace diez minutos. No quiero el ademán repetido, los gatos callejeros nunca llegaremos a tener raza, la docilidad de la alfombra y su elegancia de movimientos al desplazarse por ella, sin enredar las uñas ni tropezar. Me acaricias el pelo pero es lacio y corto y no encuentras bucles donde suavizar tus dedos o por más que mis caricias sean leves porque disfruto con la laxitud del tiempo, y en eso sí que soy un callejero extraño, o las uñas fueran arrancadas. Y no soy la reina de los gatos, ni de la calle, y sólo mi ronroneo te hace confundirme con otros pero a mí me asusta la gelidez del orgullo en las miradas, ojos de frío, y no aguanto que me mires así, buscando y no sé qué buscas. Y prefiero amoldar mi silueta a ti al intuir esa mirada para no verla, olvidando la fuerza de los basureros al cargar los contenedores donde rebusco la comida, porque no quiero la fuerza, busco el palpitar del olor y me gusta hilar entre mis bigotes el olor acre del amor al soplarte las ingles erizando tu vello porque cualquier animal sabe dónde se halla el aroma inseparable de la piel y bien diferenciado para no confundir a su dueño. Consigo hacerte olvidar mis cicatrices en reyertas, mi postura defensiva y lo común de mi especie y por un momento te dejo entrever a la niña asustada que ni sabe, nunca supo, de qué va este juego por esa pregunta que se repite a cada momento y cómo se puede medir el amor, el instante, y cómo voy a preguntarme y recordar un antes si ya me basta tenerme en este. Pero hace demasiado que todo me llega en pensarme cansada y sola y no sé qué inclina más la acera y por eso recorro las calles y me agazapo bajo las farolas y rehuyo a cuanto ser humano se cruza conmigo y ni siquiera el celo despierta mis maullidos.
Y antes de que esa niña se apodere de mí, de ti, me convierto de nuevo en un gato recortado y paseo por el óxido de los tejados, intentando no resbalar. Como tú.
Hay una raíz amarga
y un mundo de mil terrazas.
Lorca.
25 comentarios:
ay!!!!
que bellisimo este escrito tuyo...
y como me gusta verte mezclada con los felinos, que son mi debilidad. por lo que leo, los conoces muy bien... los/te describis tal cual como me gustan: callejeros, y a la vez, sin mostrarle las unas al amo...
ha sido casi un homenaje que le leo (aunque me mira buscando no se que) a mi gato, dormido en el escritorio.
besos, linda!
al homenaje debo hacerlo yo misma, tambien. mi minin se lo merece...
Todos intentamos no resbalar en esta historia de amor, gatos y tejados...a veces es difícil y los hostiones son memorables ;)
Bah, nunca sé si se escribe ostión u hostion, o da igual.Supongo que lo último.
Que las caricias sean dulces e intensas,gatalagartija que corre como el agua.Cada día escribes mejor.Besos felinos***
amor escurridizo como pasos de gato...
certero que es irrepetible...incluso con la misma persona...que por cierto, tampoco es la misma, para acabar de rizar el rizo...
felices paseos gatunos por los tejados de los cuerpos y las almas...
Precioso!!
Pero sí reina de esta noche desolada donde la pena no alumbra mis rincones de mujer asustada sin tejado de cielo sin asfalto en el suelo sin farolas que alumbren este demasiado largo instante.
Y así.. con tu mano invisible, bordeando la noche.
En un mundo de mil terrazas ser un gato para según qué cosas no es lo peor que se puede ser.
Besos
No lo puedo evitar, pero es que todo el rato me viene el título a la cabeza, sí, "la gata sobre el tejado de zinc", pero no te imagino como a la Taylor en la película, esperanzada, optimista, a pesar de que todo alrededor se va hundiendo, o sí?, nahhhhhhh, te veo más como Virgina Wolf, no??
No me hagas mucho caso, ya me leíste, estoy casi ciego, y no, no es de fumar nada raro, ni cataratas, es de la ceguera de dentro.
También estás cansada?, pues sí que....
Besos
Virginiaaaaaaa, no Virgina, eso seguro que no, jajajajajaja.
El nombre, gracias y eso de no mostrarles las uñas al amo... jeje, los gatos tarde o temprano las muestran. Un beso que va.
Dalia, soplillo muá, sí, las hostias son de antología!! jajajaja, como que vas y te caes de un tejado pero... y mientras trepas para llegar a él? jeje. Besossss marramiaumiau!
Nancicomansi, rizar el rizo, sí, casi todo lo hace y a mí me gusta rizarlo aún más, es que me aburro si no lo hago!!! jeje. Un besote.
Guacimara, gracias.
Magnolio, arbolito con ramas en el pie, siempre eres tan certera? jeje. Seguro que sí... Y así, o asao, ays!!
Ybris, no, debe ser mucho peor ser ratón. Al menos en este caso... ummmm. Besote.
Torito, vacilón tan temprano?.... vale, vale, ya te enterarás... jeje. Pues no, como la Taylor no, como virgina menos (jajaja) y la Wolf, ays la Wolf. Vamos a dejarlo en gata viendo pasar los tejados porque sí, estoy cansada, pues sí que... "Cansada de estar vivo pero más cansado sería estar muerto" o algo así que cantaba Cernuda. Besosssss de pluma de loro, el loro ese de siempre estar cansado. (cuando me pongo poética... ey?)
Algunos gatos y algunas niñas, dueños y dueñas de nuestros espacios en blanco y brillando en la oscuridad. Pues sí... Besos de bigotillos erizados.
Cronopio, pues sí que sí... un besote despeluchando!!
(No estás ya de vacaciones? que no te estiras ná escribiendo y luego te irás de vacaciones y a ver qué hago yo con el mono, el de tus letras, no el Amedio... malaje!)
que dificil no resbalar cuando has de vivir agazapándote.
Si me cruzo con vos no me rehuyas. A mi no me gustan los gatos, pero me gustan las Margots
Vosotras mismas, cuestión de técnica, no creas... que malabarismos no nos falten!
Letra, vale, pero promete que no me darás patadas y yo prometo no arañarte... jeje
Qué bueno, amiga mía... Aunque los tejados son peligrosos, no vaya a ser que te caigas... Pero eso no quiere decir que dude de tu flexibilidad, shadowcat... ;p
Me ha gustado mucho, como siempre, la forma suave y concisa de dejar caer las palabras en aparente sencillez para crear un cuadro que necesita ser visto de lejos si se quiere apreciar su belleza. Así que, una vez más, me quito el sombrero que no tengo...
Besos de discípulo Padawan rendido a sus... rótulas!
Precioso, Margot: gata con uñas afiladas que esconde cuando llegan las caricias, pero que salen a relucir cuando algo atenta contra tu intimidad. Como hacemos todos, o casi todos, o al menos los que queremos que se nos respete lo nuestro, lo único nuestro que nos queda y que no es comparable con lo de ningún otro.
Muchos besos.
Kay, así leído, joer! soy la hostia!! jajajaja. Pero vale, que me gusta como lo dices. Y nada de rótulas!!! tremenda osadía!! señor, quién se pensó usted que soy yo? Las rótulas son una parte tabú para los habitantes de Caxiopea, ni mentarlas!! y mucho menos rozarlas!!! Ríndase usted en otro lado o mandaré a mis padrinos... Besossss en el bazo.
Aloren, es lo que tienen los gatos, suelen ser muy suyos. Saludo!
Si es que las niñas, en la que te descuidas te saltan encima y se apoderan hasta del aliento de las musarañas para luego columpiarse en los bigotes más callejeros del barrio.
Como de costumbre un placer.
Saludos.
!Qué bueno mi señora de Madrí! Una gata esbelta que pasea oronda por los tejados, mirando para el cielo, recordando las palabras que pronto escribirá. Muy bueno mi señora de Madrí.
Marga: apenas te llegue la postal de Xavier, andate al blog de if y publicá lo que te tocó a vos, es que seguro que sos la número 2 y nos hace falta tu texto para poder descifrar el texto completo...
No tardes porque se nos acaba el tiempo!
Vaya que andas escribiendo bastante... recuerda, mi niña, el óxido de los tejados conjura el óxido de los días...
No lo olvides.
Verde...
Isa, jajaja, cómo mola! si es que en cuanto te descuidas... y musarañas es una palabra qe me encanta! ummm. Placer de ida y vuelta!
Heriberto, señor de costas bellas, cenquiú! las palabras, siempre pensando palabras, ya, sé que te pasa igual.Besosss mininos.
Anavi, no entiendo nada.
Reaño, no lo olvido, o lo intento, ya sabes los tejados no son todos iguales. Verde limón...
Miauuuuuuuu Margot, qué buena pluma describe esa experiencia de una gata de corazón. Y con sus buenas garras!
Salvajismo felino: lo amo
Abraxo.
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