si aquel calor es una historia antigua
y sus cenizas las esparce el viento.
Qué puede sorprenderte,
si ya tanto llovió sobre mojado.
Ángeles Mora
y sus cenizas las esparce el viento.
Qué puede sorprenderte,
si ya tanto llovió sobre mojado.
Ángeles Mora
Hoy estuve en el parque, miraba la gente y las cosas pasar, a veces pasan cosas y otras sólo gente. Me gustó un árbol que me miraba desde lejos y un anciano que miraba al árbol. También los pájaros, algo extraño en mí, porque no paraban de revolotear y piar a gritos. Debe ser porque levantaban el aire pero no las preguntas y se agradece. Sí, también hay preguntas en los parques pero no nos paramos en ellas. Suelen estar enredadas en los setos aunque también en las raíces que sobresalen de la tierra, por eso es tan fácil tropezar allí, son las preguntas que nos reclaman. Me entretuve con una, era delicada, callada y su interrogación final tenía un trazo inacabado, sin punto al final, eso siempre da esperanzas, o no, dan ganas. Mejor si puedo elegir. Esperanza es una palabra bien fea, muy utilizada pero fea y que fuera Pandora, una mujer, ¿cúando no? quien descabalara la caja.
Un vendedor de globos pasó por allí, no me entusiasman porque pienso en escaparates de hidrógeno, frágiles e inciertos, pero éste llevaba globos en forma de nubes y decidí comprar cinco. Llegué a casa cargada, casi volada, por ellos. Corté al ras los palos que los sujetaban y los dejé ascender hacia el techo del salón. Luego me tumbé en la tarima y contemplé un cielo plateado, hecho por mí, a la medida. Pensé en llamarte pero ni siquiera.
Cada cual concibe la felicidad, por inexplicable y fugaz, a su manera.
Un vendedor de globos pasó por allí, no me entusiasman porque pienso en escaparates de hidrógeno, frágiles e inciertos, pero éste llevaba globos en forma de nubes y decidí comprar cinco. Llegué a casa cargada, casi volada, por ellos. Corté al ras los palos que los sujetaban y los dejé ascender hacia el techo del salón. Luego me tumbé en la tarima y contemplé un cielo plateado, hecho por mí, a la medida. Pensé en llamarte pero ni siquiera.
Cada cual concibe la felicidad, por inexplicable y fugaz, a su manera.
15 comentarios:
Un cielo de nubes plateadas, o un cielo de nubes de algodón, sí, de aquellas dulces y esponjosas que también se venden en los parques, pero un cielo al fin y al cabo en el que reposar la felicidad que levita entre nuestras manos esperando a que sepamo engancharla.
Saludos.
Isa, o dejarla pasar una vez que te hizo feliz, como esas nubes... Un beso de algodón de azúcar.
Señorita margot muchas gracias, hoy me ha hecho llorar, supongo que me hacía falta. Los globos somos así, a veces nos hinchamos tanto, que si no nos relajamos un rato, explotamos. Gracias de nuevo, creo que tropecé con alguna de esas raíces malahjes.
Si los parques estan llenos de preguntas...de lenguajes silenciosos entre pajaros y ramas y farolas.... ¿llenaste la casa de nubes? ten cuidado no te llueva...¿qué esconde cada una en su tripa de plástico en su ignorancia de hidrogeno?¿ un diluvio universal de todos los sueños que se escapan por las alcantarillas?.... !!n paisaje nublado en tu salón! justo ahora que salio el sol un poquito...
Besos soleados(por que prefiero abrir la caja de Pandora esta mañana)
Xnem, no!, que prefería hacerte sonreir... pues sí que sí! dime que raíz que me la cargo... Besossss en el techo, palabrita!
Fortu, creo que me esconden sólo a mí y con Pandora o sin ella llenaron el cielo de ganas, de esas que hacen falta. Así que soleado, muy soleado!!! jajaja. Besossssss sin gas, puritos besoss.
Curiosa visión de las raíces-preguntas.
Da que pensar...
Un saludo
eliminadas convenientemente unas cuantas sales minerales sobrantes, me he despertado de la siesta -si hoy por fin- me he levantado pensando en una cosa.
5 globos de gas? ...?
Y llegaste a casa a pié o volando?
Perseo, advierto que la botánica no dice nada al respecto pero se ve que los botánicos tropiezan poco... digo yo que será por eso! jeje.
Xnem, menudo morro tienes!! Ummm una siesta!! Y menos cachondeito, grandullón graciosillo... el caso es que llegué!! jajaja.
No tengo ni pizca de ganas de currar, se nota? Me voy a la pisci a hacer el pato un rato. Besosssss palmípedos!
La vista de uno, el alma de uno, es lo que está plagado de preguntas y de curiosidades varias, el parque es sólo una excusa, tu te plantearías la vida hasta en un vagón de metro con gente hacinada a tu alrededor...
Me gustó tanto lo de las nubes... te imaginaba ahí tendida, con tu cielo particular, bonita metáfora, cada uno busca el suyo propio... y lo de llamarle... quizás no fuese necesario si viste el cielo sin el, no creés???
Siempre tienes las palabras exactas, creo que dios se pasó de bueno contigo y tu cabeza, .... enchufadaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Bss gordos,
Male
Un cielo plateado ayuda. El punto es que la felicidad no está allá afuera. Pero una linda puesta en escena, ayuda.
Male, exacto, y no sabes el gusto que da no necesitar para tener un cielo propio! me estoy curando... jajajaja. Dios lo que se dice dios... ummm mira que lo dudo!! jeje. Besotes muchos, mi niña.
Imagina, todo ayuda y ya me gustaría saber a mí dónde tiene el punto la felicidad, al resto seguro que también, ays. Un saludo
glu glu glu
Qué magnífica reflexión.
Hay que aprender a mirar de nuevo, y tal vez, entre los setos o las raíces de los árboles de una plaza cualquiera, podamos descubrir qué preguntas nos están planteando. Y si estamos de suerte, acaso podamos vislumbrar parte de las respuesrtas que necestiamos para andar cada día.
Besos, querida cocinerita republicana.
Xnem, te pusiste el traje de buzo?
Therese, encontrar respuestas no sé, tal vez no perderse en preguntas? ummm, ojalá. Besossssss mi linda doncella, os ví bella...
Globos. Una mujer llevada por globos: me gusta mucho esa imagen.
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