Los días transcurren tranquilos, una vez superada aquella innecesaria, por baldía, etapa mimista (yo-misma y mis circunstancias, tan imaginarias, sí), qué alivio y qué ligereza de cascos. Y en esta mañana fría me siento con los abuelos mientras les ofrezco un cigarrillo que aspiran con fruición golosa, los cuervos blancos, así los llaman con expresión de rencor, se lo tienen prohibido y aprovechan la tregua que yo les doy y sus ojos se avispan ante la visión de mis piernas de alambre bajo la falda y hablar de eso y de nada que acaba por ser todo mientras el frío congela mi nariz. A mis soledades voy, de mis soledades vengo, son los versos que se posan sobre nosotros en este momento y me miran, ya he debido pensar de nuevo en voz alta, y Ezequiel- tienes nombre de profeta pero me suena a demonio le dije cuando le conocí- me espeta: tú qué sabrás de soledades, niña. Y es verdad, lo pienso, yo que sabré pero a veces creo que sé, Ezequiel. Tú qué sabrás lo que yo sé, vejestorio, digo por llevarle la contraria. Es el peor de todos, debiste ser una buena pieza, y con el que mejor me llevo, nos permitimos ciertas confianzas desde aquel día que me tocó una teta y le dije que la próxima le calzaba una hostia. Aunqué él dice que no es por eso, no es mi genio vivo, que es porque mis tetas se ven aún más bellas cuando se tocan que cuando se miran, niña. Y me desarma con esa galantería pícara que no ha perdido ni un ápice de la chulería y arrogancia que debió tener en su ayer. Nos entendemos bien, sí y me gusta conversar con él porque no le complacen las falsas ternuras y no se asombra ante mis descaros y me permite el coqueteo ingenuo y claro de los que no se juegan nada aunque a veces, al fondo de sus ojos, adivine esa mirada de hombre que mezcla la nostalgia con la risa y una mijita de pena. Si tuviera treinta años menos te ibas a enterar, niña. Si los tuvieras el que se iba a enterar serías tú, viejales. Y hoy me dice que me olvide de ellos, de X y Z, y me centre en Y. ¿Pero es que ya no quedan hombres, niña? Que me olvide de los desencuentros, ya van muchos, con X y sus egoísmos de niño mal crecido, o de los abusos de Z y su reincidencia pero que Y es otra cosa, ese chico te cuida y ya empiezas a estar mayor para creer en entrañas rotas y amores de copla, esos sólo sirven para un quiqui. Polvo, ahora se dice polvo, Ezequiel. Qué más dará, niña, se llame como se llame es lo mismo, instinto que no perdura, calambre que va del coño al cerebro sin pasar por el corazón. Eres un romántico, Ezequiel, en el fondo lo eres, un bruto pero romántico. No, niña, lo que no tengo es tiempo ni ganas que perder. Y pidiéndome otro cigarrillo se marcha dejándome con el corazón a medias y sensación de idiota.
Yo que sabré, tienes razón.
No sé que tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos.
Lope de Vega
23 comentarios:
Pues sí, hay que hacerle caso a Ezequiel, porque en efecto ya no vamos estando para dejarnos las venas cortas. Al final, las pasiones acaban dejando ver su doblez de enooooorme egolatría... Sobre eso intenté escribir alguna vez. Habrá que seguir intentando, como siempre... Plácidos besos de compañía, a caballo del suave transcurrir compartido...
Sabias palabras las de Ezequiel.
Que lástima que en la vida sea tan complicado equilibrar los tres parámetros básicos que la rigen: Las ganas, el tiempo y el dinero.
De jovencitos tenemos ganas y tiempo, pero no dinero.
Después tenemos ganas y dinero, pero no tenemos tiempo.
Para que ya de ancianos tengamos tiempo y dinero, pero sin ganas.
Con el tigre al que le han cortado las uñas es muy fácil jugar, pero la mente no descansa, mucho cuidado. Ezequiel es uno de mis nombres preferidos, pero nunca había caído en que suena a demonio, es verdad. Angeles y demonios la misma cosa son.
Saludos
Pues yo no estoy de acuerdo con el viejo, y además me da rabia.
No, no es rabia, es envidia de haberle tocado una real teta a su majestad Queen Margot.
Si no os importa, a partir de ahora seguiré escribiendo con una sola mano, ya sabes, uno es débil.
Pero volviendo al tema.
Yo sigo solo esperando -agazapado- el enamoramiento que me despierte de esta modorra amorosa en la que vivo...
Y lo peor es que no toco ni tetas pelbeyas ni monárquicas... ncht!
...
...
... ya!
:]
Mimista o no, se te ve agradablemente deliciosa con los abuelos. Observo la escena y no sé con quién identificarme. De momento lo haré con la destreza de tus letras.
Luego paso a la comprensión de las soledades que a unos avispan la mirada y excitan las manos mientras que a otras mueven a entregar visiones borrosas y treguas de prohibiciones.
Y eso, las tetas se ven pero no se tocan y al que ose hostia al canto.
A mí una vez me tocó el culo en un autobús un pasajero aprovechado y no le di una hostia pero se me ocurrió decir en voz alta: "Pues ya es lástima, con lo que me gusta que me toquen el culo y justamente hoy tengo un forúnculo y me estás haciendo polvo"
Pero, claro, lo de hoy no es erótico, va de soledades, ingenuidades, compañías y nostalgias.
Un gustazo leerte.
Un beso sin manos.
Antes de responderos uno por uno...
Ezequiel hace mucho tiempo que estuvo en mi vida. Pertenecía al grupo de jubilados que visitaban la biblioteca pública donde yo hacía prácticas siendo estudiante. Se pasaban allí la mañana leyendo los periódicos o cualquier cosa que caía en sus manos. Entablé muy buenas relaciones con ellos y me alegraban el trabajo. Él era especial y palabrita que nunca me tocó una teta, su corrección no se lo hubiera permitido, aunque siempre decía que acabaría haciéndolo. Aún ahora, de vez en cuando, me gusta "charlar" con él y pensar lo que me diría a pesar de que ya hace unos años que murió. Era el tipo más sabio e interesante que conocí... todo un oráculo, os lo aseguro.
Cronopio, ajá, la igolatría y el encandilarse más de sí mismo y una imagen que del otro y la realidad. Intenta escribirlo de nuevo y te nombro uno de mis oráculos!! jeje.
Besos transcurridos, que transcurren ellos!
Luigi, Ezequiel y sus palabras... y las tuyas que no sé si me hacen reir o llorar por lo certeras, ays!
Un beso con ganas.
Licantropunk, la mente no descansa en ningún momento, tengamos la edad que tengamos, la de Ezequiel tampoco. Los juegos establecidos son eso, juegos, nada que ver con jugar con las personas aunque haya quien lo confunda, yo me temo que no, una falta de respeto grave sería hacia el otro.
Beso de demonio angelizado.
Renton, lo de esperar queda mucho de cuento, como la Bella Durmiente, mi niño? jeje. Ten cuidado, como llegue un príncipe con bigotazo y peazo gay vas a ver tú el susto que te llevas.... jajajaja.
Besazo te va, príncipe!
Ybris, jajajaja, qué desparpajo el tuyo con el acosador!! bien dicho!!
Y sí, de eso iba, de soledades y nostalgias y el tiempo, y el vivir, y el saber y sobre todo... de saber escuchar y no vacilar a los sabios!!
Un beso con abrazo.
Suerte que leí tu respuesta a los comentarios.
Que buen recuerdo te dejó para que lo retrates así.
Y que bonita eres.
Besos.
Eso,lo que dice Toro.¡Y que vivo está Ezequiel tocando tetas en tu blog!!!
Ha sido un placer,lagartija.Besos***
Toro, para nada, en aquel tiempo era una niñata con la cabeza llena de prejuicios snob-intelectualoides. Bonito él, que evitó que me convirtiera en una adulta arruga-narices-busco la belleza-sublime. En los libros y en el arte está todo pero en la vida hay más y mejor... jeje.
Y su vida sí que daría para un libro, o cien! De los buenos.
Besote, Toro guapo!!
Dalia, sí, vivito y coleando... seguro que se hubiera reído de lo lindo!! jeje.
Beso, soplillo (imagino que con tetas, no? jua jua jua)
Lo se “tiran mas dos tetas que dos carretas”. No se si conoces la anécdota de un famoso poeta –creo que mexicano-, cuando había en la sala una mujer bella y atractiva, sin pensarlo la abrazaba y la besaba, la mujer quedaba sorprendida y antes que reaccionara le decía “lo siento sois tan bella que no me he podido resistir, es superior a mi”.
Hace un rato pensaba yo en relojes, bueno en realidad en el tiempo que pasa tan rápido que no reloj escacharrado que lo detenga.
“Niño mal crecido”? Que no, que no se olvide de x señorita. Y m ira yo cada día tengo mas ganas de tener “tiempo que perder”.
Muchos “mimismos”, digo mimos.
Disfruté de esta historia .la leí y releí . Imaginé el personaje , tan cercano , tan cierto . Besos , niña.
Imaginas bien,lagartija :)))
Más besos***
Xnem, pues ese señor es un firme candidato a ser abofeteado sin contemplaciones... por muy poeta que sea u ocurrente que se crea.
El tiempo no se pierde salvo si es en tonterías... jajaja, así que tú sólo quieres ocio que es otra forma de tiempo.
Un besote, élmismo.
Colombine, me alegro. Tan de carne y hueso.
Un besote, señor mío!
Ufff Dalia, me quitas un peso de encima!! jajajaja
No ya no hay hombres...
No los hay...
Los hubo?
Je ne sais pas...
Los que intentaron serlo murieron en ese vano intento se volvieron cínicos...
Ays!
Pues yo no pienso hablar de tetas, joé, que ya lo han hecho por aquí bastante :)
Pero sí de la definición del quiqui o del polvo, que me ha parecido francamente magistral y digna de enmarque: porque, en efecto, el instinto no perdura si no se sustenta sobre otra cosa, sólo hace falta observar a la mayoría de los animales, en los que el instinto manda sólo puntualmente y sin objeto preciso que lo satisfaga. Y esa otra cosa sólo es eso que decía Ezequiel, o tú por su boca, que es el corazón, que no la cabeza, cuántas veces al servicio de la entrepierna, que no en balde mucho se ha hablado de la racionalidad instrumental... Ay, si es que yo como Ezequiel también soy una romántica, aunque no tan bruta... o igual a veces sí ;)
Espero que le hicieras o le hagas caso a Ezequiel en su operación matemática de tachar X y Z y quedarte con Y... A no ser que Y, además de cuidarte, sea un plasta soporífero, claro.
¡Un beso babilónico!
Pues Ezequiel tiene mar razon que un santo..¿oido cocina?, claro que eso se dice desde la barrera o desde la edad o desde la perspectiva de los recuerdos ...uy Ezequiel con 30 años menos no se si diria lo mismito .
Besos
Es lo que tienen los Ezequieles, sueltan verdades que nos sacuden como un calambre que va de la mirada a los pies anidando en el corazón (no como los polvos).
Quizá ya no tengamos edad para amores de copla, pero si nadie nos pone un romántico a tiro qué le vamos a hacer...
Cariños.
Ay, Eze, qué daño hacen las caricias furtivas... Del desconsuelo que provocan las faldas y de la entropía de nuestros propios cuerpos: hogeras fúnebres donde arden los deseos inconclusos.
Besos, no sé, extraños, jeje
Reaño, cómo saber? tal vez si crecieramos sin pautas y sublimaciones de lo que debe ser el otro sexo...
Pero tú no te me vuelvas cínico, eso nunca!!
Sólo sé que no sé nada, pues eso! Ahí andamos.
Antígona, a bruta no me ganas, seguro!! jeje pero ays del corazón, músculo extraño ese, y su sístole y diástole... leí hace poco, y no recuerdo de quién, para no variar, que nos movíamos en la duda debido a esos movimientos:ora uno, ora otro. Cuando dejamos de dudar morimos porque es cuando el corazón deja de tenerlos... a qué es genial? jajajaja.
Dudar y latir no es mala práctica.
Besote de pericardio!
Churra, ahí está lo bueno, la perspectiva... ummm, cómo me gusta ese palabro!!
Un besote, niña mía.
Isa, esos calambres sí que anidan en el corazón y se echan de menos esas miradas.
Ojalá yo supiera de qué tengo edad!!! Y pasa el tiempo y ná, que no me entero... jeje.
Un cariño y más.
Kay, te has levantado surrealista, mi niño? O lo hiciste desde el Diván del Tamarit y con el pie izquierdo?
Pero seguro que tienes razón. Eze te hubiera caído bien.
Besote, no sé, muchos.
Llego tarde pero bue...
Después de un día de cabreo me ha dado como un ataque de ternura al leer esto, y el impulso de decirlo, aunque hacía mucho que no pasaba por aquí.
Besos.
¡Esta reminiscencia de aquel vivaz y sabio anciano me recuerda a Henry Miller!
:)
Y la gracia de una mujer que lo recuerda con nostalgia...
Me gusta leerte, con tiempo...(y no te estoy tirando los trastos,,;)), me gusta hacerlo, por que a veces no me paro a reflexionar nada. Este relato como los anteriores, me dejan "cao" por que como bien has dicho, no se puede "vacilar" a la experiencia, por mucho que nos "creamos" con el poder de la sapiencia, la vida siempre nos muestra lo "pequeños2 que somos....ves? ya me pongo a divagar, mejor me callo.
Un beso.
Olimpia.
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