La casa le esperaba fría y solitaria, como cada viernes desde hacía ya dos meses. El pueblo se apagaba al igual que la luz del día, un gasto inútil el alumbrado con apenas cinco habitantes medio ciegos y pacientes ante la llamada de la muerte a su aldaba. Miraba la nieve que cubría tras el ventanal todo el jardín y el frío de las piedras le llegó ascendiendo por sus piernas. Colocó en mitad del salón la bañera y mientras la llenaba se entretuvo jugando con las formas que el vapor caliente dibujaba en los cristales helados, sus dedos le ayudaban garabateando palabras que luego se escurrírian poco a poco por el vidrio hasta desaparecer. Se sumergió en ella dejándose abrazar por el calor del agua, tan caliente, disfrutando con el contraste del frío en su nariz, sintiendo pequeños pinchazos de placer y dolor a medida que sus extremidades se acostumbraban a la temperatura y esperó hasta sentirse totalmente relajada. Comenzó como cualquier otro viernes, la aleta de un tiburón ascendió en círculos desde el desagüe y a sus pies se posó el caparazón de la tortuga marina fijando una mirada centenaria en la suya. La marea comenzaba a subir y con ella aparecieron los peces, pequeños y zigzagueando como creadores que levantan cosquillas a su paso y la bañera cambió su color blanco, en algunas zonas ya amarillento, por ese otro brillante y en plata. Un salmón se empeñaba en nadar a contracorriente y levantaba suaves ondulaciones en el agua, de vez en cuando la tortuga enderezaba con parsimonia su cabeza, tal vez sorprendida de su extravagante estilo al nadar. Y un grupo de ranas se apoyaba en el borde de la tina sin atreverse a saltar, acompañando el carácter marino de la tarde y la ausencia de agua dulce. Pero sus cantos coreaban al resto.
Al salir un estremecimiento de frío endureció su piel y con paso apresurado se dirigió al teclado del ordenador. Mientras deslizaba sus dedos por él las teclas desalojaban el agua y en un gesto infantil chupaba los pulgares saboreando la sal. La neblina del horizonte ocupaba la sala transformando su contorno, conviertiéndola en un buque silencioso y olvidado bajo las aguas. Se concentró y comenzó a teclear con celeridad. Tenía apenas unas horas antes de que amaneciera para escribir y salvar al ahogado que con calma flotaba sobre los muebles y la cena.
El mar un azar.
V. Huidobro
28 comentarios:
Mmmmm,lagartija sirena...¡qué momento más calmo y lleno de vida!
Me ha encantado:)))
Besos relajados y sonrientes***
¡¡¡QUe tu lengua se la comió un gato¡¡¡te juro que no fue el mio.
Bezitos mi niñas
Que chulo, sirena!
A ver cuando te animas a publicar en papel de una vez!
Marguis,parece que aquellas palabras no desaparecieron, sino que viajaron vaporosas desde aquel cristal, hasta esta ventana para deleitarnos con su magia...
besos conservados en estalactitas
Caramba... A mí siempre me habría gustado tener una bañera en medio del salón. Gracias por la visita.
Todavía no lo descarto.
Dalia, me alegro!! siempre es bueno calmar a un soplillo juguetón... jeje.
Un beso de oreja a oreja.
Tosino de sielo, pues vaya usté a saber quién o qué fue...
Besazo!
Arena, el día que una que yo me sé ilustre cada una de mis páginas, antes no!!! no sin ti!! jajajaja.
Sábado de rocas? y nos contamos cuentos o días. Hablamos, bixa.
Xiggix, qué bonito te quedó, malaje!!
Sea, te mando palabras que viajan en cristal y un abrazo que atraviesa el mar.
Pcbcard, y a mí pero en una casa, no en una caja de cerillas como vivo... jeje.
Ná de gracias, me reí comentándote y me gustó tu post.
Me ha encantado chica , es ese el secreto de los que cuentan historias tan bien ???
Pues a mi tambien me gustaria tener una bañera en medio del salón y al ladito de una chimenea ...
Beso
Hola.. que precioso lo que escribiste.. a mi también me gustaría bañarme en el medio del living viendo caer la nieve por la ventana...
Me gustó mucho tu blog... me tendrás por aquí prontito. Bsss.
Uy maga a ti la fiebre te sienta bien...te nos has puesto marinera...
Besos de alcantarilla al desague...
Cadáver salvado en el último momento.
¿Tanto mar en una tina?
Yo me ducho sin tiburones, pero a veces cierro los ojos, me monto en las palabras de los que sabéis mirar y contarlo y me dejo ahogar contando con las manos de ese azar de mar que me salven a través de otras manos tan agradables como las tuyas.
Y a veces con respiración boca a boca para acabar el salvamento.
"...El mar un azar
El cielo un pañuelo
La llaga una plaga..."
También, en el mismo ALTAZOR (de cuando casi una niña ¡¡ayyyyys!!) otras que ahora le usurpo para dedicártelas a tí, que me cambias otra vez (tú sabes) la sal de esta mañana por caricias, la pasas por el tamiz de la pantalla y relamo como azucar de algodón:
"Maga, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador".
¡¡¡Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaapa!!
Señora de las bañera, princesa de los maremotos, desgranas tu propa en la paz que te da este mes de transición llamado noviembre...
Besos desde el e-mail que me debes :p
Muy bueno Queen Margot!
Me ha venido a la cabeza aquella canción de Mecano, ya sabes, ... que a veces yo, me monto en mi piso...
Puede que estemos en medio de la rutina más tediosa, pero si tenemos imaginación, estamos salvados.
:]
(ahora la salada eres tú, jeje!)
No me deja comentar con mi nick, así que iré de incógnito...
Churra, eso, una chimenea, ummmm, al ladito de la bañera... más ummmm, jajaja.
Un besote, encanto!
Monica, pasa cuando gustes. Esta cueva no tienen puertas... jeje. Un saludo.
Fortu, será la deshidratación que provocó necesidad de agua... jajajaja.
Un beso, desagües fuera!!
Ybris, te voy a contratar para escribir anotaciones al margen de mis cuentos... ummm.
Y poco necesitas tú ser rescatado pero por ti me monto hasta en una lancha...
Un beso de pez globo!
Magnolio, ese Huidobro, verdad? dubidaaaaaaa. Ese poema es una maravilla y contemplar el mar como un azar una imagen imposible de no dibujar.
Encanto tú!!! ya sabes... quién me dió la idea? Musa mía... jeje.
Todas las caricias del mundo te van, parasubidas y parabajadas...
Kay, señor mío... no seas rencoroso y presuroso que ya voy!!
Un besote desde la calma de noviembre y sus aguas. Y un abrazo, ea, pa que no te quejes.
Renton, lo dejamos mejor en plebeya y con bata? jajajaja.
La imaginación, ese arma poderosa que trastoca el tedio y la rutina... ays.
Un beso, cielito lindo.
Margot
Ando buscando un sitio así para cuando pueda retirarme. ¿Tiene la dicción a mano?
¿Te das cuenta de lo que hemos perdido desde que nos duchamos en vez de bañarnos con tina en medio del salón? ¿Quién podría imaginar a Neptuno, tridente enhiesto, escurriéndose desde la alcachofa de mil ojos que nos vigilan? Y Nemo se compró un sintetizador, y cambió Bach por los Chemical Brothers... Besazos con algas (comestibles...)
bello, que dicen algunos centroamericanos.
precioso, digo yo.
Luigi, te la paso en cuanto la encuentre, es que soy muy despistada... jeje.
Cronopio, ays del progreso!! ves? Y lo peor es que en las albercas tampoco nos podemos bañar y de haber los peces saldrían verdes y con cinco branquias... cachis!!
Besazo al pil-pil (las algas)
Cacho de pan, encanto muá, te digo yo.
Genial (elección)!
Un saludo, Margot!
Que festival hoy, a tus pies me tienes todo salpicadito.
Y Huidobro muy bien puesto.
Besos.
La escritura es capaz de hacer milagros: salvar ahogados, salvarnos a nosotros mismos del ahogamiento, de la posibilidad del naufragio... Hay que confiar en su poder, que es mucho, tanto como para resucitar a los muertos, o al muerto que todos llevamos en vida con nosotros y que a veces se empeña en seguir muriéndose.
No dejes de teclear, Margot. Que a mí también me resucitan tus tecleos :)
Ahora, un día me invitas a tu bañera. Qué ilusión darse un baño en compañía de tanto bichito... Bueno, al tiburón si acaso me lo dejas fuera, eh? :P
¡Un beso desahogado!
Je, mea culpa, que el índice lo tengo hoy un poco tonto :)
En compensación, ¡un beso salvífico!
Azazel, otro saludo que te va...
Toro, Huidobro venía "a huevo" que diría aquel... jajaja. Me alegro de que andes salpicadito, de peces brillantes, espero!
Un besote.
Antígona, la escritura es capaz de desahogar a cualquier muerto o fantasma que llevemos a nuestras espaldas...
Y vale, dejamos al tiburón fuera y mejor metemos una botellita de cava, trato? jeje.
Cuidado con ese dedo!!! Dos besos o más...
me quedé un rato pedido en ese mar y no te pude leer, otro rato, palabrita del niño... aquel.
La inmaginación desplazada, desplazándose,desplazándonos...
Si es posible que en este momento esté cayendo una catarata desde tu monitor al teclado :)
imaginación.
errata corregida, eh.
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