Como quien limpia pescado

Limpio pescado como quien saca las entrañas de los boquerones buscando presagios en ellas. Es posible que un pez con algo más de cotización fuera más adecuado pero no busco brillos, sólo respuestas y el color azul de un boquerón mirándome desde lo que fue el recuerdo de sus aguas abisales me parece indicado. Sólo el tiempo transcurrido permite la reflexión pero aún así aquí, empeñada en compaginar los posos del té como un druida a los pies de una higuera con una vida y sus momentos. Parecen pinceladas si las miro en retrospectiva y a veces un cuadro de Klimt o a veces Munch. ¿Por qué mezclar el arte con los peces? debe ser un tic antiguo, como mirar un cuadro una y otra vez tratando de desentrañar su significado o la emoción causada en mí. A ratos todo se confunde y no puedo evitarlo, o no quiero, te enseñaron a mirar con ojos abiertos bajo el agua y no hay quien lo cambie. De los veinte a los treinta te pasaste los días observando como una tortuga ciega todo lo que te rodeaba y uno de tus huecos en el mundo lo formaba un ventanuco en un museo de pintura contemporánea, de ahí debe venir esa costumbre. Las repeticiones se producen continuamente y sin sentido se cae en un bucle de otras épocas. Y nada parece haber transcurrido.

Sí, hay veces que no me entiendo ni yo, o sí pero sería tan largo de explicar... y sin embargo me siento tan bien que.

Respecto a la pintura, hay dos maneras de razonar: how not to do it, o sea con mucho color y poco dibujo, y how to do it, con mucho dibujo y poco color.

Vicent Van Gogh. Cartas a Theo.