Pon una pequeña eternidad en mí, pides. Los poetas y tú no sois una buena combinación, no en estos tiempos en los que no encuentro palabras si no es para escribir y pides demasiado si miro hacia atrás y no hallo más que gestos huidizos. Me gustaría quitarme los zapatos y meterme en tu cama pero el talón en blanco que tienes por costumbre pagar ya no tiene fondos y sé el final del cuento, no se me da bien ser la princesita salvo si soy la del guisante, siempre incordiando. Y prefiero quedarme así, abrazada a ti sin hablar, casi sin pensar y que sea la música quien me lleve o quien hable entre nosotros y sólo los dedos marcando el ritmo aunque los deje caer sobre tu pierna casi sin darme cuenta porque me asustan las tumbas, estar tumbado, ¿recuerdas? viene de tumba, te decía, y me mirabas con ojos extrañados de pestañas abiertas, tú y tus cosas, sé que pensabas. Pero ahora no es ayer aunque sigas pensando que mis cosas nunca conducen a ningún lado. Me gusta oir el runrún de tu tarareo en mis oídos, cerca, sobre mi pelo y ¿para qué más? ¿no entiendes que no quiero nada más? no quiero días apresurados ni amores envueltos en la nada, ni la consistencia de tu cuerpo sobre el mío, hoy no puedo con el peso de nada que no sea el aire. Me preocupa pensar que ya nunca pueda, tal vez con nadie, y eso me asusta y me calla, y no te lo digo, sólo lo pienso sin certeza. Aunque tú no lo sepas. Y me cuentas la película que viste ayer, esa en la que te sentiste raro sin entender, tan tonta era y me quedo con el tono de tu voz, de niño enfurruñado y sin embargo entusiasmado. Ahora se me pueden ir las horas en los matices, los matices se han convertido en una obsesión porque ya me perdí demasiado en las esas líneas sin sentido que te hacen imaginar que otro ser diferente a ti eres tú misma y mejor fijarse en las pinceladas que me hacen distinta. Pero me conoces y sabes bien qué piel o qué soplo sobre ella debes pulsar, las palabras que encienden y alargan mis pupilas, ese click como los cómics de Manara que llevan a encender mi cuerpo y mis ganas.
Me gusta malearte, susurras.
16 comentarios:
te respondo a la pregunta de lenguas mordidas
yo no puedo morderme la lengua..
tienes un blog estupendo.
besos
lágrimas de mar
Esta noche tus letras son tan
leves... como de puntillas. Como
si, aún, él te susurrara.
M
a
l
e
a
d
a.
Al final lo importante son precisamente los matices. O las rarezas, las pequeñas manías, las pasiones que te caracterizan y te sacan de la fosa de la mediocridad. Mejor zumbado que tumbado.
Saludos
Margot, con esa levedad de amores libres saltas en el tiempo.
Y qué hermoso es matizar.
Abraxo.
Qué pedido el que te pidieron!!
Y luego esa voz que busca en los bolsillos por aquel buen des-pedidor: el legendario conejo que no le sale al mago en su peor noche.
Saludos desde Lima
Mira que listo!!!!!!!, sabía la clave secreta, jajajajaja, bueno, mejor para los dos.
Besos.
Lágrimas, haces bien, morder duele a veces jeje. Gracias y un saludo!
Magnolio, de puntillas, me gusta esa actitud, ays! (le pasa algo a tu correo? aunque no sé si es mi servidor...). Besos de raiz, dubidá!
Licantropunk, jajaja me gustó eso de mejor zumbado... pues así!!! un beso.
Axteriana, matizar... ummm, de lo mejor! abraxo!
Pierrot, debe haber conejos atascados en la chistera, digo yo, a veces... Saludo hasta Lima!
Toro, el click del coco es otro y de ese no hablé y al cuento no le puse final... y los cuentos, cuentos son!! jeje. Besote de lunes, precioso mío!
Qué gusto, qué placer, qué imagen me viene a la mente! Hasta huelo el corcho de la botella, cuyo contenido ya se habrá perdido en la sangre de sus protagonistas.
Dulce, dulce, dulce.
Besos.
Y a mi lo de "maleada". Que conste que la escribí con las letras bailando, pero estos cacharros no malean igual, vas a comparar, donde esté lo humano...mmmmmm.
Mi correo bien, gracias. Te han ido dos, hoy, a ver como se porta tu servidor que, por cierto, ¿Cómo es: edad, altura, color de ojos? Oye, nunca se sabe.
Besos lluviosos. ¡Merde! (la lluvia) otra veeeeeez.
India, perdidita del todo. Rioja gran reserva, ays. Un besote!!
Magnolio, dónde esté lo humano para to...
Aquí no ha llegado nada, snif. De lo que deduzco que mi servidor sirve para bien poco. Además no te lo recomiendo, el otro día quedé con él y no sabía decir más que POP3, POP3... más soso!! puag.
Arbolillo, mejor para ti! piensa en tus raíces!! la lluvia les viene de perlas... ya los estás enviando de nuevo!! jeje
Margot: Agradecer tu visita. A proposito de esta te tengo un mensajillo. Buscar "Atolones 2"
Saludos y gracias desde Lima
Van,¡Marchando dos! A las 2Oº25', por si te llegan fríos, no es mi culpa.
Y de paso dime cual fué el último que recibiste. Jo, a este paso se entera todo el vecindario.
De je, nada, que este agua encima no riega, sólo incordia y no hay quien se extienda en la hamaquita. Claro,como a tí no te gusta el tumbé.
tumbados, zumbados, de lado, de frente, desmembrados, unidos, amados, cantados...
:)
Pierrot, lo busco pero... dónde? jajaja. Un saludo!
Magnolio, llegaron anoche. Por los vecinos tranquila, son de fiar y muy calladitos...
El tumbé me encanta, depende de cómo y con quién, no nos hagamos líos.... jeje. Con un magnolio encima debe ser la pera, con un peral también. Hoy ya no llueve?
Asterixiana, ufffff. Jajajaja. Besote
Margot
a ver te doy el link
http://piedras-sopa.blogspot.com/2007/07/atolones-2.html
Saludos desde Lima
como siempre, un relato sabroso.
y acompañado por el vinito...
besos
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